sábado, 28 de septiembre de 2013

empezó un 25~




Una calle típica de invierno, con los detalles que caracterizan la llegada de la navidad, sus luces brillantes, el frio que acaricia la piel de cada persona haciendo un poco su trabajo y te pongas mas ropa de la que llevabas…y al final de la calle una pareja…a simple vista parecen amigos pero si prestas atención podrás ver lo que de verdad sucede. No son una pareja de amigos normal y corriente, ya que ellos no sienten el frio de la navidad por que el calor del amor corre por intensidad en sus venas.
-         No quise hacerte daño, te lo prometo, no quise que pasara todo esto-  dijo Peter abrochándose mas aun el abrigo para distraerse de tantos malos recuerdos que pasaban en ese momento por su cabeza.
-         Creo que lo he sabido siempre, pero por no sufrir mas no lo quise saber. Pienso que todo esto ha pasado por que teníamos que aprender lo que es una relación, cada uno por su lado…y ahora estamos cogiendo los frutos que plantamos.-  Lorena es la que mas tranquila esta en ese momento, o al menos eso aparenta, no quiere a
portar mas tensión al momento.
-         Lo se, pero aquella chica no significo nada para mi, solo un rollo de verano, una forma de satisfacer las ganas que tenia de tener algo con alguien que no fuese serio-
Ambos recuerdan aquel mes de julio, para Lorena doloroso, para Peter fue una semana de experimentación.
-         Bueno, al menos me entero tres meses después- dijo Lorena soltando un suspiro al recordar el infierno que paso.
-         De verdad que lamento mucho lo que mi presencia en tu vida ha hecho, el dolor que te cause en todos estos meses de atrás-
Por un momento a Lorena le pareció reconocer al Peter de noviembre, al Peter del que se enamoro.
-         Y las alegrías, no te olvides de las alegrías- Lorena siempre intentaba quitar momentos de tensión, amaba demasiado a aquel chico como para verle sufrir lo que ella sufrió.
-         Esas alegrías fueron tres meses, comparados con los diez que te he hecho sufrir- a Peter se le quebró la voz cuando dijo eso.
-         No digas eso, no es verdad, cada vez que hablábamos era feliz, incluso cuando hablábamos de todas esas chicas, yo era feliz, y no porque fuera masoca, si no porque pensé que eso no sería duradero y al final te darías cuenta de que me querías-
-         Lorena, te prometo que lo siento.-
-         No te disculpes mas, lo pasado, pasado esta.-
La pareja paso por un aparcamiento y Lorena se fijo en un coche con matrícula 2332, y sin pensarlo le dio un beso en la mejilla a Peter mientras decía : ¡capicúa¡
-         ¿Capicua? Pero...eso no es un beso, es una torta.- dijo Peter con cara de sorpresa, y no por el juego, si no porque ese beso le ha hecho sentir mas que ninguna chica de esos meses de atrás.
-         Sí, pero me gusta cambiar los juegos.- dijo Lorena siendo lo pillina que siempre había sido.
Peter se quedo pensando un segundo y acto seguido cogió a Lorena de la cadera la giro mirándola hacia el y le devolvió el beso.
-         ¿Otro capicúa?-  pregunto Lorena
-         No, es solo que no has dicho corto- peter en ese momento sonrio de forma picara mientras miraba fijamente a Lorena a los ojos.
-         No he querido decirlo- la sonrisa de Lorena en ese momento era la mas bella de la calle
Y ahí estaban los dos, mirándose fijamente, con la mano de el en la cintura de ella, y sintiendo cada vez mas como el calor de las venas de ambos hacia que se enrojecieran sus mejillas. Sus caras estaban a diez centímetros. La mano de peter se poso suavemente en la cara de ella, como si el frio del exterior hubiese echo de aquella chica porcelana.
Ambos tenían miedo de lo que pasaría a continuación, ya que no querían volver a vivir la historia que vivieron diez meses atrás, pero Lorena se arriesgo, se puso de puntillas y sus bocas quedaron a solo tres centímetros
-         Sigues sin decir corto- dijo peter acortando esa distancia que les separaba de cumplir aquel deseo que ambos deseaban desde hace mucho
Cuando sus bocas se juntaron se desprendía pasión y amor  en el ambiente, y una promesa, por que ese beso significo para los dos una promesa de amor, de ese amor mas puro del que vivieron meses atrás.
Cuando después de dos minutos ambos recuperaban la distancia de tres centímetros se veía en sus ojos brillantes felicidad, de esa que no se va en un dia, si no de la que perdura meses
-         Ni pienso decirlo nunca- dijo Lorena
La pareja se quedo callada disfrutando del momento mirándose el uno al otro para no olvidar ningún detalle de ese momento.
Peter y Lorena abandonaron la calle de su promesa cogidos de la mano mientras en un un tercero de un piso cercano sonaba  <volver> de auryn.